sábado, 13 de febrero de 2010

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 11

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 11
Define la enciclopedia Espasa algo que nos produce tanto sufrimiento a todos, como la acción y efecto de utilizar la fuerza y la intimidación para conseguir algo, pero también puede ser cuando uno mismo cae en la acción de violentarse, o como la coacción hacia los demás de mil maneras, sin que históricamente los autores de esos hechos contra sí, o contra los demás, no logren cosa distinta a la destrucción de si mimos o bien, de los demás. Los resultados siempre son negativos, nunca positivos, aunque existan quienes creen en lo contrario.
A eso se agrega quienes creen que con la violencia se pueden imponer ideas o ideologías. Como en el Medioevo, cuando se pensaba que el silicio hacia santos, tal como si la espiritualidad pudiera venir de fuera o de un acto violento contra sí mismo.
Por eso este tema, yo sé que no es ameno, es desagradable, a no ser que hagamos un esfuerzo por hacerlo con humor, y pongamos a Dios en el servicio doméstico de nuestro interior. Él es quién recoge toda la basura de la violencia y la coloca en la caneca, para lo cual hace una limpieza mental quitando todo el polvo que nos cae de fuera y con una aspiradora celestial, recoge toda la porquería, que curiosamente, a diferencia de las creidas del servicio doméstico, es inmaterial totalmente. No es un polvo cósmico, (como el que seguramente podrá destruir nuestro planeta), sino uno que hace deplorable la salud del ser humano, y en muchas ocasiones lo lleva a tener cáncer.
Ese Servidor doméstico, se las ingenia para que todo aparezca pintado de blanco, cuando todo es negro. Inclusive renace la visión soterrada y la pone en un plano más alto. El susodicho ve pero no mira. Y el Servidor se ríe cuando observa con cariño, la estupidez que emana del súper ego que se cree Tarzán, cuando todos los seres humanos por igual, somos más parecidos a Chita. El Servidor ríe a las carcajadas, pero no nos damos cuenta. Siempre pesamos que es un Tipo serísimo, como cuando vemos a la Reina Isabel manejando su Land Rover hacia Balmoral. Pero si hay algo agradable en su trato, es ese Servidor gratuito que nos saca la basura y no nos cobra nada. Inclusive nos recuerda que debemos internarnos en sí, no tanto para conversar con Él, como para ver que nos queda en el subconsciente, ese poderoso músculo que nos hace repetir la violencia, cada vez que alguien nos pisa un cayo, o que cuando nos decimos a sí mismos, llenos de odio violento: Me voy a matar, el subconsciente lo hace olímpicamente, ante el asombro del Servidor, que se ha cansado de repetir el amor que nos tiene, el amor que debemos tenernos para salir a flote.
Yo si le dije un día al Servidor: ¡Bueno que es la vaina suya! ¡Por qué friega tanto con el subconsciente! Mira, me dijo, con una amabilidad inusitada, es que es allí donde se genera ese polvo que a veces no se puede quitar ni con la aspiradora celestial. Mire a Chávez en Venezuela, por ejemplo, con un Aló Presidente, se puede defecar fuera del baño.

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